La visita a la central nuclear de Chernobyl da para escribir un libro pero nosotros vamos a resumir un poco la historia. En este post os vamos a responder la pregunta de si es seguro visitar Chernobyl. Y para ello comenzaremos explicando qué es la radiactividad y cómo se produjo el desastre nuclear del reactor nº 4 de Chernobyl.

Por último os ofrecemos una serie de recomendaciones para visitar Chernobyl de forma totalmente segura.

Además, tenéis disponible otro post centrado en el tour por Chernobyl, donde os explicamos toda nuestra experiencia y, por supuesto, os desvelamos cuál es el mejor tour para hacer la visita!

La Energía Nuclear. El origen de Chernobyl.

Para entender todo lo ocurrido es necesario remontarse a los años 60-70 del siglo pasado. En aquella época dos potencias se disputaban la hegemonía mundial. Por un lado los Estados Unidos de América (USA) defensor a ultranza del sistema liberal capitalista. Por el otro, la URRS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) o sencillamente Unión Soviética, que defendía el sistema socialista Lenininsta.

En este contexto existía entre ambas potencias una carrera espacial, militar y armamentística sin precedentes llamada la Guerra Fría. La idea era crear armamento cada vez más potente y sofisticado para mantener a raya al contrario. Esto condujo al perfeccionamiento de las armas nucleares y, en consecuencia de la energía nuclear con fines civiles.

Como consecuencia de ello, la Unión Soviética descubrió en las centrales nucleares una forma barata y casi ilimitada de producir energía eléctrica para abastecer su enorme territorio. Y de paso enriquecer un poquito de uranio para fabricar cabezas nucleares, que siempre venía bien en aquella época… 😉

Así, entre 1972 y 1977 se construyó la Central Térmica Nuclear Memorial Vladímir Ilich Lenin, más conocida como central nuclear de Chernobyl, situada junto a las fronteras de Ucrania, Bielorrusia y Rusia, pero en territorio ucraniano.

Para albergar a los constructores y trabajadores de la central nuclear se ideó la construcción de una ciudad a las orillas del río Pripiat, que heredaría el mismo nombre.

El objetivo del gobierno soviético era construir una ciudad modélica, con todas las comodidades de la época, donde el ideal socialista se desarrollara en su máximo esplendor. De hecho, la ciudad contaba con todo tipo de instalaciones: cine, piscina, estadio, parque de atracciones e incluso un muelle fluvial que situaba Kiev a unas tres horas en ferry.

La ciudad de Prípiat se fundó en febrero de 1970 y alojaba en un inicio a 10.000 habitantes, mayoritariamente constructores de la central nuclear, funcionarios y políticos. Sin embargo, las condiciones de vida eran tan buenas que la población superó los 40.000 habitantes en poco más de 15 años. Un oasis de tranquilidad y progreso que estaba a punto de cambiar…

Causas del accidente nuclear de Chernobyl

El 26 de abril de 1986 durante una prueba de seguridad en el reactor nº4, modelo RBMK de fabricación soviética de la central nuclear de Chernobyl, tuvo lugar el mayor accidente nuclear de la historia.

La prueba consistía en mantener la circulación del agua del circuito de refrigeración del reactor nº4 mediante la simulación de un corte de energía. Aunque las causas concretas del accidente son aún objeto de debate, existe un cierto consenso que apunta a una cadena de errores, tanto humanos como técnicos, que acabó desestabilizando el núcleo del reactor.

Este desequilibrio provocó un sobrecalentamiento descontrolado del núcleo y varias explosiones tan potentes que volaron la tapa del reactor nº 4 de Chernobyl de 1.200 toneladas de peso y la consecuente expulsión de grandes cantidades de materiales radiactivos a la atmósfera.

Consecuencias del accidente nuclear de Chernobyl

El accidente generó una nube radiactiva de 162.000 km² que se extendió por la mayor parte de Europa y alcanzó también América del Norte. De hecho, la comunidad internacional se percató de la catástrofe dos días después, cuando la central nuclear de Forsmark, situada en Suecia, detectó niveles anormalmente altos de radiación. Esto les llevó a pensar en un principio que eran ellos quienes estaban sufriendo algún tipo de fuga. Nadie podía imaginar que su origen se encontraba a más de 1.000 kms de distancia!

Se estima que se liberaron una cantidad de gases radiactivos a la atmósfera 500 veces superior a los generados por la bomba atómica que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima en 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.

Esta catástrofe provocó la evacuación de urgencia de 116.000 personas de la zona de exclusión, muchas de las cuales estuvieron sometidas a altas dosis de radiación durante horas.

En total, unas 600.000 personas recibieron dosis de radiación por los trabajos de descontaminación posteriores al accidente. Y hasta 5.000.000 de personas continuaron viviendo en áreas contaminadas. A día de hoy no existen estudios concluyentes sobre la afectación real del accidente en la mortalidad de la población.

Os dejamos el enlace a un artículo del National Geographic muy interesante sobre las consecuencias del accidente.

El famoso sarcófago del reactor nº4. El seguro de Chernobyl.

Tras el accidente la zona fue limpiada por los llamados «liquidadores» y se construyó de urgencia un sarcófago provisional para cubrir el reactor nº4 accidentado. El objetivo era hacer seguro Chernobyl sellando el reactor para que dejara de liberar a la atmósfera gases radiactivos.

Treinta años después de la tragedia se instaló un nuevo sarcófago cubriendo el anterior, que ya presentaba graves síntomas de deterioro.

El nuevo sarcófago es la mayor estructura móvil construida hasta la fecha. Tiene forma de arco con 110 metros de alto, 150 de ancho y 256 de largo y más de 30.000 toneladas de peso.  La estructura fue construida a 180 metros del reactor y se colocó sobre él desplazándolo mediante un sofisticado sistema de rieles. Costó la friolera de 1500 millones de euros.

El átomo. El origen de la energía nuclear.

Llegados a este punto os vamos a explicar una parte fundamental para entender la catástrofe nuclear de Chernobyl, y poder decidir por vosotros mismos si es seguro visitar Chernobyl en persona. Porque el conocimiento es el mejor antídoto ante el miedo y la inseguridad.

Es la primera vez que hablamos de física en el blog pero os prometemos que la vamos a explicar mejor que vuestro profesor del instituto. Prestad atención y lo entenderéis sin problema! Vamos al lío 🙂

Toda materia está compuesta por unas partículas pequeñísisisisimas llamadas átomos, TODA. El móvil con el que estáis leyendo este post, el café que os tomasteis esta mañana, el aire que respiramos y nuestro propio cuerpo. La unión de unos átomos con otros forman las sustancias químicas que componen todo nuestro universo.

Ninguna duda hasta aquí ¿Verdad? Si las hay escribidnos por Instagram a @porelmundolowcost y abrimos un blog de energía nuclear que seguro os divierte más! 😉

Los átomos son tremendamente pequeños pero en realidad tienen la misma estructura que nuestro Sistema Solar. Sí, parece increíble pero en este Universo los patrones se repiten desde lo infinitamente pequeño hasta lo infinitamente grande.

Al igual que el centro del Sistema Solar es el Sol, el centro del átomo es el núcleo, alrededor del cual giran unos «planetas» que se llaman electrones.

Dependiendo de lo «grande y pesado» que sea el núcleo y del número de electrones que orbiten a su alrededor tenemos diversos átomos que constituyen los diferentes elementos de la tabla periódica.

Fisión nuclear. La magia ocurre cuando los átomos se parten…

Por cierto, ¿Os recuerda a algo la palabra «núcleo«? ¿Tendrá algo que ver con la «energía nuclear«?

Pues sí, la energía nuclear es la energía que se libera cuando se «rompen» los núcleos de los átomos en un proceso físico llamado FISIÓN. Los átomos también se pueden «unir» en un proceso llamado FUSIÓN (como la de Dragon Ball) pero esto es ya harina de otro costal… ¿Estáis flipando fuerte, verdad? Pues esperad que esto no ha acabado…

El caso es que cuando se rompe su núcleo el átomo se divide en dos y ocurre la magia de la energía nuclear. Una magia en forma de radiación y calor, que es aprovechado en las centrales nucleares para calentar vapor de agua, mover turbinas y producir energía eléctrica.

Para que lo entendáis mejor os ilustraremos la explicación con una imagen cortesía del twittero @operadornuclear. Si os interesa el tema os recomendamos seguirlo porque es muy perfil muy educativo que rompe muchos mitos y tabúes sobre la energía nuclear! Tanto es así que recibió el premio de Comunicación de la Sociedad Nuclear Española.

El problema es que, como indica la imagen, junto al calor se generan unos residuos en forma de radiación que es muy peligrosa para los seres vivos. Radiación que pone en duda si es seguro visitar Chernobyl.

Los cuatro tipos de radiación

Podemos imaginar la radiación como un proyectil increíblemente pequeño que se libera en una reación nuclear. Algunos proyectiles tienen tanta energía y velocidad que pueden atravesar cualquier ser vivo dañando su ADN.

Existen cuatro tipos de radiaciones nucleares:

  • Radiación Alfa. Es una partícula que está compuesta por «trocitos» de núcleo atómico que salen disparados hasta que chocan contra algo que las frene. Son literalmente como pequeños proyectiles porque están formados de materia, es decir, se podrían pesar una báscula, para entendernos… Sin embargo, al ser una partícula grande y pesada (a escala atómica, claro está) pierde energía rápidamente, por lo que no es capaz de penetrar en el cuerpo humano. La radiación alfa es frenada por nuestra ropa sin ningún problema. Por esta razón, para visitar Chernobyl de forma segura tenemos que ir bien cubiertos dejando la mínima cantidad posible de piel expuesta al ambiente exterior.
  • Radiación Beta. Esta radiación está formada por electrones o positrones que se liberan del átomo y salen disparados a toda velocidad. Al ser mucho menos pesados que la radiación alfa pueden recorrer mayores distancias y tienen un poder penetrante mayor. Lo bueno es que al ser muy pequeñas no generan daños muy importantes. La radiación beta podría ser bloqueada por una fina lámina de aluminio.
  • Radiación Gamma o Rayos X. Esta radiación no está compuesta por materia como las dos anteriores, si no que se trata de una onda electromagnética. Podéis imaginar que es algo parecido a las ondas de un microondas pero mucho más potentes. Esta es la radiación más peligrosa porque su energía es brutal y sólo es frenada por gruesas placas de plomo o paredes de hormigón de un metro de anchura. Esta radiación es especialmente peligrosa para el ADN y es la misma que recibe el organismo cuando os hacéis una radiografía en el médico.
  • Radiación neutrónica. Es el último tipo de radiación y está compuesta, al igual que la alfa y beta, por partículas pequenísimas que actúan como un proyectil. Estas partículas son liberadas por los materiales radiactivos y pueden recorrer largas distancias hasta que son detenidas al chocar contra los núcleos de otros átomos. Si chocan contra átomos de materiales radiactivos como el uranio (U235) pueden desencadenar un proceso de fisión, lo que a su vez genera más radiación, provocando más fisiones… esto es lo que se conoce como reacción en cadena. Dentro de un reactor esta reacción se produce de manera controlada, mientras que en una bomba atómica la reacción es descontrolada. La capacidad del ser humano de controlar la reacción depende básicamente del grado de concentración de material radiactivo usado como combustible.

Aprovechamos otra imagen cortesía del twittero @operadornuclear para que veáis cómo libera la radiación el núcleo de un átomo radiactivo.

La radiación que recibimos en Chernobyl

Llegados a este punto tenéis que conocer el único dato seguro en Chernobyl: Encontraréis todos los tipos de radiación 😉

La radiación alfa y beta no afectará a vuestro organismo a no ser que las ingiráis. Por esa razón está prohibido comer y fumar en el área de exclusión. Podría ocurrir que alguna partícula radiactiva fuera transportada por el viento hasta vuestro cigarrillo o bocadillo, con la mala fortuna de provocar un caso de contaminación radiactiva interna, que no es poca cosa…

Así que queda terminantemente prohibido fumar y sólo se puede comer dentro del autobús o en el comedor que hay habilitado para los trabajadores de la zona.

Esta es también la razón por la que está prohibido tocar nada, especialmente el suelo. Por ser aquí donde se concentra la mayor cantidad de materiales radiactivos. Pensad que el polvo radiactivo se os podría quedar pegado a las manos o entre las uñas y acabar dentro de vuestro organismo. Por eso se recomienda también lavarse bien las manos antes de comer.

Para vuestra tranquilidad hay que decir que los materiales radiactivos se van hundiendo en el terreno a razón de 1 cm al año, por lo que, en teoría, los materiales más peligrosos se encuentran ya a más de 30 cms de profundidad bajo la superficie. Esto hace que cada año que pasa sea más seguro visitar Chernobyl.

Además, tras la catástrofe el ejército soviético limpió grandes zonas de la ciudad de Pripiat retirando el suelo radiactivo y remplazándolo por material limpio. En algunas áreas incluso se extendió una gruesa capa de asfalto para evitar que las partículas radiactivas pudieran liberarse al ambiente.

¿Cómo afecta la radiación al ser humano? El daño al ADN

Antes de que cunda el pánico y dejéis de leer permitidnos aclarar un punto fundamental para entender si es seguro visitar Chernobyl. La radiación gamma puede atravesar el cuerpo y dañar el ADN, es cierto. Pero la buena noticia es que nuestro organismo puede reparar el ADN porque está diseñado para ello.

La mala noticia es que si la radiación destruye el ADN más rápido de lo que nuestras células pueden reconstruirlo aumenta considerablemente la probabilidad de sufrir cáncer, mutaciones en los fetos y todo tipo de enfermedades que pueden conducir a la muerte.

Lo vamos a ilustrar con un ejemplo muy visual. Imaginad que una vez al año me da por ir al bosque y hacer un pequeño corte con un cuchillo en la corteza de un árbol milenario. Todos los años repito la tradición de cortar el mismo árbol… ¿Creéis que pasará algo?

Pues lo más probable es que NO, pues la corteza se regenerará más rápido que el ínfimo daño que nosotros provocamos con el pequeño corte.

Pensad ahora que en lugar de hacer el corte una vez al año lo hiciera todos los días, o que lo hago cada segundo… ¿Y si llego a hacer 1.000 cortes por segundo? Llegará un momento que, con minúsculos daños, seré capaz de acabar derribando cualquier árbol por grande que sea…

Pues ese, amigos, amigas y amigues es el peligro de la radiactividad, LA ACUMULACIÓN DE DAÑOS. Acumulación que se produce a largo plazo y que afecta principalmente a los seres vivos que habitan Chernobyl, como es el caso de los perros callejeros.

Por tanto,  teniendo en cuenta todo lo que hemos explicado, respondemos a las preguntas clave

¿Es seguro visitar Chernobyl?

Pues todo depende del tiempo que estés allí…

¿Sería peligroso ir a Chernobyl una vez en tu vida? Nosotros creemos que NO, y por eso fuimos.

¿Podrías tener la mala suerte de ingerir partículas radiactivas y contaminarte? Por poder… Podría pasar, pero es realmente poco probable. Seguramente sea mucho más probable que tengas un accidente con el autobús de camino a la central, porque las carreteras no son muy buenas y algunos conductores son un poco kamikazes 😉

De hecho, diariamente ingerimos partículas radiactivas y no pasa nada… Por ejemplo un plátano contiene importantes cantidades de Potasio 40, un isótopo radiactivo. Y nadie deja de comer plátanos por ello.

¿Es peligroso ir todos los días? Pues no lo sabemos pero desde luego nosotros no lo haríamos… En cualquier caso los guías van casi a diario y siguen vivitos y coleando. La realidad es que son necesarias dosis muy altas de radiación acumulada para que aumente la probabilidad de sufrir alguna enfermedad relacionada con dicha exposición.

De hecho, la central nuclear de Chernobyl estaba compuesta por 4 reactores y, aunque parezca sorprendente, siguió funcionando durante años después del accidente. Así que hubo mucha gente trabajando durante mucho tiempo a pocos metros del reactor 4.

Incluso hoy en día miles de personas siguen trabajando en las labores de desmantelamiento de la central. Eso sí con la obligación de abandonar la zona al menos 10 días al mes para que el cuerpo descanse de la radiación. La mayoría de ellas nos responderían que es totalmente seguro vivir en Chernobyl. De hecho, muchos ni siquiera abandonan la zona los 10 días al mes que exige el gobierno ucraniano.

Al fin y al cabo, tampoco debería sorprendernos que haya gente que elija este tipo de vida. De hecho, las grandes ciudades de todo el mundo tienen unos altos niveles de polución. Contaminación directamente relacionada con enfermedades de todo tipo con la que convivimos sin pensar mucho en ella.

Sabemos que ha sido una explicación profunda y esperamos no haberos aburrido mucho, pero creemos necesario que tengáis toda la información posible para que toméis vuestras propias decisiones.

Recomendaciones para realizar un tour 100% seguro por Chernobyl.

Teniendo en cuenta todo lo explicado anteriormente no queremos despedirnos sin daros una serie de consejos para que vuestra visita a Chernobyl sea totalmente segura. La mayoría son de sentido común, pero no está de más recordarlos para tenerlos presentes y no bajar la guardia.

  • Usar ropa que cubra todo el cuerpo. Para ello lo mejor es ir en invierno 😉
  • No comer ni fumar al aire libre en la zona de exclusión
  • Es obvio que no se debe comer nada recolectado de la zona ni beber agua de ríos ni pozos
  • No tocar nada, absolutamente nada y menos aún el suelo. Si se os cae algo pensad bien si merece la pena recogerlo porque quizás lo mejor es dejarlo allí. Es el único sitio del mundo donde hay dinero en el suelo que nadie coge 🙂
  • Del punto anterior se desprende que no se puede tomar nada como recuerdo. Casi todo lo que hay allí está contaminado por la radiactividad en mayor o menor medida.
  • Tampoco está permitido apoyarse ni sentarse en ningún sitio, y mucho menos en el suelo.
  • Recomendamos ir con mascarilla. No perdéis nada y cualquier protección adicional es bienvenida
  • Está prohibido entrar a los edificios porque su estado es ruinoso y es mucho más probable morir de un derrumbe que de la radiación de la zona. Algunos guías dejan visitar algunos edificios que se encuentran en condiciones relativamente buenas pero, aún así, entráis bajo vuestra responsabilidad. Sed conscientes del peligro que comporta y si no os convence no pasa nada por declinar amablemente la invitación.
  • Seguid en todo caso las recomendaciones del guía. Ellos y ellas conocen el terreno de primera mano y saben por dónde es seguro andar y qué zonas es mejor evitar.
  • No os desviéis del camino indicado. Y nos referimos a seguir al milímetro los pasos del guía. En cuestión de pocos metros podemos pasar de una zona segura a un punto de alta contaminación.
  • No toquéis ni deis de comer a los animales de Pripiat. Lógicamente no cumplen ninguna condición sanitaria. Los perros de la zona son amistosos pero es muy probable que tengan rabia por lo que es mejor evitarlos.
  • En invierno hace mucho frío. No es raro que hagan temperaturas máximas de -10ºC por lo que llevar ropa de abrigo es fundamental. Literalmente no podréis salir de autobús si no vais bien abrigados. No arruinéis vuestra visita por culpa del frío.
  • Se recomienda lavar la ropa utilizada tan pronto como sea posible. Hay quien habla de tirarla a la basura pero sinceramente nos parece un poco excesivo. En cualquier caso es una decisión personal y si os quedáis más tranquilos tirándola bienvenido sea. Algunos touroperadores ofrecen monos de usar y tirar, pero da la impresión de que no sirven para mucho. De hecho, casi nadie contrata ese extra, que además cuesta unos 20€.
  • Una solución intermedia sería tirar únicamente el calzado. Al ser la prenda que está en contacto con el suelo tiene más probabilidades de contaminarse con barro o polvo radiactivo. En cualquier caso, las máquinas de control están precisamente para detectar contaminación en ropa y calzado, por lo que si no sois muy maniáticos pensamos que os podéis quedar tranquilos metiendo todo en la lavadora de vuelta a casa. Tened en cuenta que los guías van todos los días y dudamos mucho que estrenen atuendo nuevo cada mañana… 😉

Hasta aquí las recomendaciones para disfrutar de un tour 100% seguro por Chernobyl! Como habréis visto todas se basan en la primera y más importante recomendación de todo viajero: El sentido común 🙂

Esperamos que esta visión de la catástrofe nuclear de Chernobyl os haya impresionado tanto como a nosotros y que os animéis a visitarlo porque siguiendo las recomendaciones es totalmente seguro visitar Chernobyl y merece mucho la pena.

Podemos decir que este post es el más «teórico» de cuantos hemos escrito hasta ahora. En él hemos intentado dar respuesta a las preguntas de seguridad que todos os planteáis al visitar Chernobyl. Entender cómo funciona la radiactividad es la única manera de poder protegernos adecuadamente y disfrutar de la visita con total seguridad y confianza.

Si os ha gustado, os recomendamos leer el post donde os explicamos la forma más barata de visitar Chernobyl y os contamos cómo fue nuestra experiencia con unas fotos alucinantes!

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